Don Gaviota

Restaurante Don Gaviota

Don Gaviota es una tradicional marisquería ubicada en la Comuna de Recoleta, Santiago de Chile. Lleva más de 20 años encantando y cautivando a los fieles comensales de Santiago, con una extraordinaria propuesta de pescados y mariscos de nuestro mar. Sus productos son muy frescos y ofrecen una rica variedad de pescados que no se encuentran en cualquier lugar. En Don Gaviota, puedes disfrutar de peces de roca como la Vidriola o la Vieja Omulata del norte endemico de Chile. También de locos de máxima calidad y un pulpo a la parrilla preparado a la perfección. Destacan para compartir su Jardín de marsicos y la trilogía de ceviche del día. Además, puedes encontrar otros platos tradicionales de la comida chilena como ancas de rana al pil pil, conejo escabechado y pernil con papas.

Prensa

Recoleta guarda el secreto de Don Gaviota

Alguna mañana, hace unos años, la chiquillería del barrio Recoleta vió en la esquina de El Roble con Guanaco una singular escena tipo Discovery Channel: Un hombre prematuramente canoso forcejeaba ferozmente con una tremenda albacora, tratando de meterla a su bodega. En la refriega sacudía sus canas como las plumas de una nerviosa ave llevando comida al nido. Y saltó el ingenio del chistoso del grupo: “Oye,¿cacharon a don Gaviota?”. La caricatura del momento le encantó a Carlos Oyarce, proveedor de pescados y mariscos que, como empresario, bautizó así su picada. Que se ha vuelto famosa por la real frescura de sus productos, de atractiva variedad- que incluye erizos y locos como favoritos absolutos-,ostras de borde negro, pescados de roca y bastante más. Con óptima relación precio-calidad, con proveedores probados del norte y sur. Además en su corta vida ya duplicó el tamaño del local, redecorado, y ha evolucionado su cocina en técnicas, presentación y sabor. En férreo equipo con su esposa e hija y un personal siempre dispuesto. Un qué hablar de ceviches, chupes, caldillos, cancatos y pastas con mariscos, las tentadoras empanaditas e inevitables picoteos. Como la tabla de camarones ecuatorianos apanados ($11.900), locos con machas y ostiones parmesanos ($10.990) o su famoso jardín de mariscos ($29.200). Con un pulpo a la parrilla que promete. Para los que buscan novedades tienen unas sabrosas ancas de ranas brasileñas al ajillo ($13.900), conejos escabechado ($6.900), el atún sellado y hasta la centolla entera ($75.000). O una langosta al vapor ($38.000), que preparan en una hora (compare precios con el Mercado Central).

 

Para beber auténticos pipeños, sangrías y terremotos, amén de algunos vinos bien elegidos para una picada. A lo que agrega interminable lista de buenos tragos, con clavos oxidados, martinis secos y una letanía de sabrosos destilados de certificada procedencia. Ahora, será picada, pero los que saben comer la conocen y La Dehesa, Chicureo y todo Santiago se dejan caer allí. Sábado y domingo no hay reservas y las colas pueden ser peores que en revisión técnica para vacaciones. Pero los gourmets son duros y esperan cuando es bueno. Por Rodolfo Gambetti. www.lun.com